Si Ud., su hijo(a) u otro miembro de su familia o un(a) amigo(a) siente que necesita ayuda profesional con cualquiera de los siguientes problemas, no dude en contactarme y con mucho gusto programaré una cita para escucharlo y diseñar el mejor tratamiento. Tenga la certeza que su información será tratada con los mas altos parámetros éticos y de confidencialidad.
La Ansiedad Social/Fobia Social
¿Eres demasiado tímido(a)? ¿Te preocupas siempre de lo que piensan los demás de ti? ¿Te pones nervioso(a) cuando tienes que hablar en grupo?
La fobia social es el miedo a ser analizado, evaluado o ser el centro de atención. Las personas con fobia social comúnmente temen que otros encontrarán fallas en ellos o pensarán que son incompetentes.
Algunos también creen que hay algún aspecto de su apariencia o comportamiento que pueda despertar críticas. Las situaciones temidas incluyen: hablar en público, asistir a fiestas, pararse en una fila, usar el teléfono con otras personas alrededor, comer o beber en público, usar baños públicos y transporte público.
En la fobia social, la amenaza es la pérdida de la aprobación o aceptación de los demás, o de la posición social del individuo. Sin embargo, la probabilidad real de ser rechazado puede ser pequeña. La clave del tratamiento es que el individuo entienda que el problema no es la situación en si sino su percepción equivocada de ella.
La Dra. Judith Beck en su libro, Cognitive Behavior Therapy, Second Edition: Basics and Beyond 2nd Edition (2011) describe cómo la psicoterapia pueda ayudar a personas con ansiedad.
En los niños y adolescentes, este problema puede resultar en dificultades académicas, no poder formar amistades, tener una baja autoestima, aislarse de los demás, y sentirse solos/as y deprimidos/as. La psicoterapia puede ayudar a estas personas a entenderse mejor, aprender como superar la ansiedad por medio de herramientas psicológicas, y sentirse capaces de entrar en situaciones sociales con mas satisfacción.
Unos consejos para mejorar la ansiedad social/fobia social son:
- Usar ejercicios de relajación y meditación.
- Ponerse metas sociales pequeñas a diario.
- Escribir y repasar a diario frases positivas sobre uno mismo.
- Hablar con su familia y amistades para que le brinden apoyo.
Como entender la Depresión
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial, la depresión afecta a más de 300 millones de personas de todas las edades. Sin embargo, la mayoría de las personas afectadas no buscan ayuda por temor al rechazo y crítica de sus familiares, amistades, y compañeros de trabajo. De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-5, la depresión se identifica por síntomas tales como: estado de ánimo deprimido, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, y reducción de energía que conlleva a una disminución de la actividad, todo ello durante un periodo mínimo de dos semanas. Muchas personas con depresión también padecen síntomas de ansiedad, alteraciones del sueño y del apetito, sentimientos de culpa y baja autoestima, dificultades de concentración e incluso síntomas sin explicación médica. Además, pueden sufrir de pensamientos de suicidio y todos estos síntomas resultan en dificultades para seguir con sus actividades laborales, sociales, o domésticas. Los profesionales en salud mental pueden ofrecer tratamientos psicológicos, como la activación conductual, la terapia cognitiva conductual y la psicoterapia interpersonal, o medicamentos antidepresivos.
¿Su hijo/a ha sufrido de Bullying o Cyberbullying?
De acuerdo a la información de la página web oficial del gobierno de los Estados Unidos https://espanol.stopbullying.gov, “El bullying es un comportamiento no deseado y agresivo entre niños y adolescentes que implica un desequilibrio de poder real o percibido. El cyberbullying es intimidación por medio de celulares, computadores y tabletas. El bullying verbal es decir o escribir cosas malas como burlas e insultos. El bullying social implica dañar la reputación de alguien e incluye decirle a otros niños que no sean amigos de esa persona, difundir rumores sobre alguien, y avergonzar a alguien en público. El bullying físico implica la agresividad física o dañar las posesiones de una persona. Los niños y adolescentes que sufren de bullying llegan a tener problemas negativos de salud física, escolar, y mental. Ellos son más propensos a experimentar depresión, ansiedad, soledad, cambios en los patrones de sueño y alimentación, y pérdida de interés en las actividades que solían disfrutar.”
Un parte de la terapia consiste en educar a padres, niños y jóvenes sobre el buen uso del Internet y medios tecnológicos tales como celulares, tablets, computadores, videojuegos, etc.
Dependencia y Adicción a las Redes Sociales
Las redes sociales tienen muchas ventajas tales como: obtener información sobre temas de salud, educación, situaciones sociales en el mundo; conectarse con personas; y compartir sus conocimientos con otros. Del mismo modo, tienen muchas desventajas, las cuales incluyen: el bullying, proporcionar información incorrecta o falsa y disminuir la interacción social “persona a persona”. He hablado con personas sobre como las redes sociales han cambiado sus vidas. Muchos me cuentan como se vuelven tan dependientes de sus celulares y redes sociales, que han dejado de interactuar y participar en actividades sociales reales. En vez de irse a tomar un café con una amiga o ir a un partido de fútbol, se comunican únicamente por medio de sus celulares. A menudo, el resultado puede ser que los niños y adolescentes no desarrollen herramientas sociales y terminen por sentirse solos y frustrados. Es importante aprender a balancear el uso de su celular y redes sociales con participar en experiencias sociales reales.
En inglés hay un dicho, “Let’s unplug,”, que significa tomar la decisión de desconectarse de su celular y redes sociales por un tiempo. Una estrategia bastante util de “Unplug” que recomiendo a familiares de niños y adolescentes con quien he trabajado consiste en usar una caja con llave donde mamá, papá e hijos/as guardan sus celulares cuando llegan a casa, con el fin de poder compartir en familia durante la cena, en vez de estar pendientes del timbre del celular.
Cómo manejar el Dolor Crónico
Parte de mi trabajo en un hospital militar de la ciudad de Nueva York consistió en ayudar a pacientes que sufrían de dolor crónico, el cual era desencadenado por lesiones sufridas durante combate en conflictos armados. El dolor crónico es el padecimiento de dolor real, es decir que no es dolor imaginado o exagerado. El dolor crónico interfiere con las actividades físicas, el trabajo, deportes y otros pasatiempos, el poder caminar y hacer otras actividades básicas. Esto resulta en un sentimiento de pérdida de la identidad de la persona, sentirse impotente y que no vale nada, estar deprimido y frustrado, y limitar su actividades hasta terminar por aislarse en la casa todo el tiempo. Mi especialización y experiencia en la Terapia Cognitiva Conductual para el Dolor Crónico las he enfocado en ayudar a los pacientes a que entiendan que los pensamientos negativos (por ejemplo: “soy inútil”) y el evitar ciertas actividades contribuyen a empeorar la experiencia del dolor. A estas personas les he ayudado a aprender a modificar sus actividades de acuerdo a sus limitaciones físicas y a cambiar su perspectiva negativa sobre su vida. El propósito principal es ayudarlos a encontrar un nuevo sentido a sus vidas en donde se pueden sentir útiles, productivos, y poder interactuar de nuevo con los demás.